Te sientes que no encajas en ninguna parte, ni en tu círculo de amistades, ni con tu familia, ni en el trabajo, ni el gimnasio, e incluso ni en la escuela y de cierta forma, sientes que tú estás detenido en el tiempo mientras esté se encuentra girando, sientes gran decepción por que no sabes si estás avanzando o si te estás estancando, si no sirves, si te van a reemplazar, o si te van a olvidar.
¿Te pasa que las personas que a tu consideración, que no obran bien, ni son justas, les va bien? Déjame te digo que no es coraje o envidia la qué pasa por tu mente, es simplemente que te saca de onda, por que no ves las consecuencias de sus actos y mientras tú más te esfuerzas, más lejos ves la recompensa y no es que hagas las cosas bien para recibir, pero también lastima el sentir de no lograr algo.
Desde hace días me siento así, he tratado de dar lo mejor de mi, de ser lo más servicial y amable posible, de no enfadarme, de entregar mi trabajo lo mejor posible, de aguantar la rutina y aún más, pero, el sentir de no ser buena para algo no se va, esta muy presente y me hace sentirme pequeña, invisible, sobretodo cuando quiero ser visible, me siento impotente, por que las cosas no están saliendo bien o al menos no como yo espero.
Se que todo esto se trata de aguantar y que en algún momento de la vida las cosas buenas o los actos de bondad y de amor se me devolverán, pero no puedo evitar el sentirme decepcionada, lo triste es que se está haciendo algo habitual y común en mi vida, y creo que es momento de frenarme, de hacer que las cosas buenas vengan a mi, por que no soy una persona mala, no obro mal, al menos no intencionalmente, y tampoco lo deseo, me esfuerzo, trato de ser la mejor versión de mi, y no creo, sino que estoy segura que merezco cosas buenas.
Probablemente al redactar estas palabras no puedo ayudarte mucho, pero al menos puedo darte una palabra de aliento, por que somos muchas las personas que buscamos el bien, y aunque parezca súper lejano el día, llegará, llegarán todas esas cosas buenas y bonitas que nos merecemos, si, ¡que nos MERECEMOS!