Tristemente en el día de hoy, las personas pierden energía en criticar a los demás sin ver sus errores, te dicen que seas humilde sin percatarse de la soberbia y arrogancia que los rodean, se concentran en pretender que tienen todos los conocimientos, y lo correcto es únicamente lo que esas personas creen y dicen.
Los últimos días me he dado cuenta, que tratan de menospreciar mi trabajo, hasta mi esencia, y no negaré que muchas veces me he sentido pequeña, yendo sobre un camino sin saber.
Sin embargo, analizando mis pasos y decisiones, he caído en cuenta, que realmente es cierto que cada cabeza es un mundo, y que realmente las personas quieren que hagas las cosas que quieren y no lo que realmente te hace bien, les gusta que te vaya bien pero no mejor que a ellos, o al menos en mi experiencia así me ha tocado.
Me han dicho que tengo que cambiar, que no estoy siendo lo suficientemente humilde, pero, no se trata de humildad, se trata de que les está dando miedo lo que puedo llegar a descubrir en este mundo, hablando en general.
Es ahí cuando no debes parar, si te equivocas debes tener tus pies en la tierra y la humildad de saber reconocerlo, pedir perdón, de ser el caso, es de humanos equivocarnos y no solo una vez, pueden ser varias, y lo que nos toca es seguir intentándolo de otra forma hasta llegar a lo que era correcto, no permitas que gente que no está feliz consigo misma te venga a apagar, por que no les gusta que tu luz sea intensa mientras ellos no saben como encenderse.
Tampoco te fijes en los demás, te repito, todas las personas nos equivocamos y on más frecuencia de lo que nos gustaría, y como consejo te digo, ignora cualquier comentario que no te edifique.