Seré breve escribiendo las siguientes líneas, pero no por eso deja de ser importante para mi, sino por el contrario quiero contarles lo que puedo expresar de lo que agosto se ha convertido para mi, y es que el mes de agosto se ha vuelto un mes especial, aún a pesar de las aventuras que cada día emprendo, coincidencia o no, agosto se ha vuelto un mes importante para mi.
A continuación te compartiré los motivos que lo han hecho especial:
El primer hecho especial que recuerdo del mes de agosto es el cumpleaños de mi abuela, quien solo me ha dado amor y nobleza, a quien admiro con todo mi corazón, de quien tengo tanto que aprender y de quien me honro descender. Con su carácter inquebrantable ante tempestades, con sus caricias y mimos llenos de amor a la hora de dormirme, con una inteligencia inigualable y su sabiduría ni se menciona, una reina de acero es mi abuela.
En segundo lugar, quiero contarles que la felicidad me invadía al saber que pronto iniciaría un curso más, que después de vacaciones volvería a ver a mis amigas y amigos, que tendría una oportunidad más de mejorar y aprender.
Todo eso me emocionaba e ilusionaba hasta que llegó el final de mi vida escolar y entonces agosto se convirtió en mis primeras vacaciones.
Un mes en el que he viajado y vacacionado, por azares del destino, en las vacaciones que me han otorgado en los trabajos que he formado parte, ha coincidió que he viajado ese mes y conocido cosas bellas para mis pupilas, diferentes artes y culturas, me he enamorado una y mil veces más de la vida, de la naturaleza, de todo lo que conlleva un viaje, desde hacer la maleta hasta llegar y por fin dormir en esa cama que, aunque no creía, extrañaba, convirtiéndose esta mi tercera razón de anhelar un agosto.
Como cuarta razón, tengo que agradecerle a Dios primero, la dicha que me permite decir que mi mamá concluyó su tratamiento contra el cáncer, saliendo victoriosa, todo el proceso fue estresante y muy doloroso, sin embargo, me enseñó a ver una mamá aún más fuerte de lo que la conocía, con sus ganas de vivir aumentadas al mil, con una sonrisa siempre, aunque siempre que se hable de cáncer trae tristeza, pues es mucho sufrimiento injusto para mi, ver familias y personas sufrir, eso es algo que me dolerá siempre, pero a Dios le doy gracias que en agosto mi mamá terminó de vencer esa enfermedad, y el verla dejar de sufrir esos tratamientos tan pesados, es por lo que existe una razón más para querer el mes de agosto.